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A la altura de las circunstancias (segunda parte)

              por Juan Fructuoso

En nuestra primera entrega analizamos la carta de la Magistrada Procuradora General, Mirian Germán Brito, en su primera página, ahora nos abocamos a la parte final.

Siempre con la gallardía y sinceridad que le ha caracterizado durante toda su trayectoria, la Procuradora afirma que se aparta de cualquier proceso contra el  ex – procurador de la manera siguiente: “No pretendo participar en investigación, ni decisión que involucre al Sr. Jean Alain Rodríguez, no quiero dar lugar a que se le quiera atribuir a alguna malquerencia con el indicado señor”.

Es evidente que desde ese momento se dejaba sentado que existía una investigación abierta contra el indicado ex funcionario, lo cual sumado a la acción de quienes aparecieron en un video impidiendo su salida del país y que parece escucharse decir que lo hacían por orden del PEPCA (Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa), no dejan mucho espacio de maniobra a la Magistrada, que prometía investigar lo que consideraba una violación de derecho y prometía sancionar a los responsables, pero además, tampoco dejaba dudas de que contra él se seguiría la misma estrategia que con los imputados que les antecedieron.

Se le atribuye al insigne abogado, educador y filósofo Marcos Tulio Cicerón, quien sirviera durante una de sus crisis al Imperio Romano haber dicho: “Nada corre tanto como la calumnia, nada se lanza con más facilidad, se acoge con más presteza y se difunde tan ampliamente”.

Lo dijera o no, lo cierto es que la expresión encuentra mucho sentido en los juicios mediáticos. Las redes sociales y los medios de comunicación tradicionales parecen estar de acuerdo en destronar el estado de inocencia que en todas las legislaciones forma parte del ordenamiento constitucional y de la justicia penal constitucionalizada; en nuestro caso, el artículo 69.3 de la carta fundamental reza:  Toda persona en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, tiene derecho a que se presuma su inocencia y a ser tratada como tal, mientras no se haya declarado su culpabilidad por sentencia irrevocable.

El enunciado anterior es tan claro que no necesita explicación, no obstante, queremos enfatizar en la parte final “ser tratado como tal, mientras no se haya declarado su culpabilidad por sentencia irrevocable”. Solo para aquellos que no son abogados deseamos aclarar que esto equivale a decir que nadie puede enrostrarle culpabilidad a otra persona u otras personas, acerca de las imputaciones que se les hagan hasta que así lo declare una sentencia firme, es decir, con la calidad de la cosa irrevocablemente juzgada. Una sentencia de esa categoría significa que, ya no podría ser objeto de recurso alguno porque todas las vías de derecho se encuentran agotadas.

En la práctica, a pesar de lo bien estructurada que está la Procuradora General, en ese campo, no es lo que exactamente sucede. Hoy al ministerio público dominicano, hay que reconocerle el ejercicio de una estrategia de litigación que, hasta el momento que redacto estas líneas, ha sido exitosa. No se trata de redescubrir el agua en fundita como diría un amigo, sino que, para nosotros, se trata de haber encontrado el punto exacto para el aprovechamiento de la mediatización de los procesos judiciales y, contrario a los que muchos piensan, no comenzó ahora, ni siquiera es exclusivo de los casos de corrupción.

No tengo la más mínima idea de quien ha sido el diseñador de la estrategia, pero paso a detallar como la he entendido, sin menos cabo de que pueda volar algún paso o colocarlo en un orden incorrecto.

1er paso:

Realización de una declaración de fuerza que sensibilice a las personas en general y a los medios de comunicación en particular como, por ejemplo: “millones de pesos del erario público fueron a parar a los bolsillos de estas personas y pudieron haber resuelto el problema de escases de agua de varias comunidades donde sus habitantes hoy tienen que cargar el preciado líquido al hombro en latas…” o “ ese señor es un enfermo que no parará de abusar de las mujeres indefensas de este país…”

A este punto vale la pena aclarar que aún no se ha sometido a nadie y a veces, aunque no se ha dicho quiénes serán los imputados ya todos lo intuyen debido a que conocen de la investigación que está en curso.

2do paso:

Varios citatorios de los investigados, candidatos a ser imputados, a la oficina del fiscal investigador, quien se ocupa de que a cada visita una batería de periodistas los cuestiones a la entrada y salida acerca de lo tratado en su entrevista y tanto ellos como sus abogados buscaran explicar con palabras rebuscadas que ha sido solo una investigación para aclarar algunas cosas y que no pasa nada, pero ya la gente interpretó el gesto de susto, preocupación y desconcierto de sus rostros. Lo peor es que varias de las visitas realizadas toman hasta seis horas en las que no se le pregunta nada al investigado, pero al final del día se le pide excusa para que vuelva luego y en el imaginario de la gente queda la idea de que fue interrogado por todo ese tiempo.

3er paso:

Un sábado o domingo, un grupo de fiscales y agentes de todos los tipos de la fuerza pública, allanarán por sorpresa todas las propiedades de los investigados al unísono y al final conducirán a los ya seguros imputados en calidad de detenidos, posando frente a los lentes de las cámaras fotográficas y de videos. Unos tratarán de tapar sus rostros y otros resignados lo exhibirán con pena; luego las autoridades revelarán a los medios y redes sociales los hallazgos más alarmantes o relevantes, que a los fines perseguidos dará igual, así como cualquier información que vaya en la dirección de probar su teoría del caso y generar la sensibilización necesaria en los jueces que luego habrán de ser apoderados para que ni siquiera les pase por la mente otorgar otra medida que no sea la prisión preventiva.

4to paso:

Por si algo de sensibilización faltara en la gente o en los juzgadores, luego de que las redes y los medios hubiesen distribuido las noticias y agregado su exquisito sazón personalizado con alto contenido de pimienta condenatoria, el Ministerio Público, al momento de presentar el caso para conocimiento de medida de coerción, bautizara la investigación con un nombre para que no permanezca hereje, nombre que, además de sonoro y extraño, sea de fácil recordación, por ejemplo: “Caso Lava Jato”.

5to paso:

En lo adelante y para que el asunto no se vaya a olvidar, en cualquier momento surgirá un escándalo vinculado al proceso que recién inicia como, por ejemplo: un atentado contra el fiscal investigador, la negación de una pieza investigativa, la desaparición de una evidencia y muchas, muchas cosas más. Ya a esas alturas del juego, el Ministerio Público ha podido coptar a uno de los imputados, a quien le promete un tratamiento diferenciado del resto y lo presenta ante el juez de garantía a la hora del conocimiento a medida de coerción (que desde luego procurará sea abierta al público y transmitida por los medios de comunicación), quien afirmará todo lo que se presume han cometido los imputados es cierto y avanzará que incluso hay mucho más que aun el fiscal no ha descubierto. El juez queda impactado o sorprendido y la prisión preventiva solicitada es un hecho.

Como dijéramos antes, ha sido un manejo exitoso y al cual le daremos seguimiento pues la mejor parte está por verse. Nosotros como buenos alumnos estaremos pendiente de los movimientos que vendrán en lo adelante y que, al igual que lo hasta ahora visto, prometen ser interesantes y novedosos, falta ver hasta donde superaran la prueba del debido proceso.

 

 

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